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El calzado que se adapta a ti y no al revés.
MADE-TO-MEASURE COLLECTION
Shoes that accommodate your feet, not the other way around.
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El calzado masculino es una pieza clave que determina la elegancia en la vestimenta. Pero más allá de lo puramente estético, es importante la elección de un buen calzado. Además de los materiales, hay otros elementos únicos y olvidados a tener en cuenta como la horma, el largo, ancho y altura del empeine. En Glent los denominamos garantías de confort.
El uso recurrente de un mal calzado no solo puede llegar a estropear nuestra apariencia, sino que puede derivar en problemas articulares en el miembro inferior (cadera, rodillas, tobillos y pies), influir en la postura corporal y provocar la aparición de rozaduras, ampollas, tendinitis y hongos.
Dado todos los problemas que puede causar la elección del calzado incorrecto, la incorporación de un podólogo en el proceso de compra del mismo es vital para evitar malas decisiones. Son ellos los que llevan por bandera el hecho de que es el zapato el que se debe adaptar al pie y no al contrario.
El primer elemento a tener en cuenta es la suela. Debe ser la adecuada según la climatología donde va a ser usada y que también proporcione la amortiguación justa: ni por defecto ni por exceso. No es bueno un calzado excesivamente blando. El contrafuerte, la parte posterior del calzado, debe tener la rigidez adecuada para alcanzar buena estabilidad y sujeción.
Es muy importante utilizar un calzado adecuado a la actividad que vayamos a realizar, además de no abusar del mismo par. Lo ideal es alternar dos o tres pares a la semana para evitar la aparición de ciertas patologías.
Que el material sea natural, como las pieles utilizadas por Glent, es imprescindible para una buena transpiración y adaptación rápida.
Es por eso que en Glent tenemos un equipo de podólogos que hace una valoración personal del pie para recomendar la horma que más se ajusta a cada cliente en función de sus medidas y uso. En el caso de ser necesario, adaptan el calzado con plantillas podológicas funcionales o acomodativas.
